#Opinión » EL MUNDO PEQUEÑO QUE HOY CONOZCO

163
Josefina Alvarado
No me había dado cuenta de la pequeñez del mundo donde vivo, y de la crueldad que impera en algunas organizaciones que se atribuyen la rectoría y aplicación de los derechos humanos ¡Mentira! Ordas de caústicos, son asesinos letales de la humanidad, entretienen a los habitantes de este planeta, comiéndose los libros y tratados referentes a la materia en cuestión, indagando quiénes fueron los primeros que levantaron las banderas de los sagrados derechos; a estas alturas me pregunto, de que nos sirve saber que para el año 539 Antes de Cristo, Ciro El Grande del Imperio de Persa, tras la conquista de Babilonia fue el primero en documentar sobre los derechos humanos.
Para qué sirve leer y releer a Albert Eistein, Simone Weil, Nelson Mandela, Martín Luther King , Gandy, Geraldine Chacón, Rigoberta Menchú, investigar Oneg’s , y personalidades que se ocupan de tan loable labor, que hacemos con estudiar, analizar, establecer, absolutamente nada ¡Burla!.
La ignominia nos da en la cara, estos monstruos que dicen que defienden nuestros derechos permiten que un asesino mantenga en vilo al planeta, heredad divina de nuestro Padre Creador, dejan que calme su sed de sangre matando hombres, mujeres y niños y en su delirio sangriento dice que va a exterminar todo lo que se mueva sobre la tierra, y esta caterva de insensatos no son capaces de parar al carroñero; se burla del mundo, disfrazándose de Caperucita, abraza una niña invidente para esconder su podredumbre ¡Qué asco! Otros salen corriendo, arrodillarse ante los cuadrúpedos que ayudaron a fortalecer al engendro  ¡Qué horror! Otros tarados analizan el aciago momento desde el punto de vista económico de los países, esto es absurdo si tomamos en cuenta que están aniquilando la humanidad.
Se denota una obcecación terrible, la que parece haberse apoderado de una parte de la humanidad.
En el ocaso de este tema el que nunca hubiese querido tratar  lo refrescaré con una anécdota que encaja perfectamente y da un poco de esperanza y fe para seguir adelante con optimismo, conocí desfile junto a él por la paz del mundo, en un evento derivado de la programación Bicentenaria de la Ciudad de San Fernando, cuya responsabilidad recayó en la persona del siempre recordado profesor Edwin Madrigal el que le imprimió lucidez al acto hace 34 años, también acompañamos al Dr Óscar Arias a la población de Achaguas, buscando las huellas de otro costarricense de gran valía Juan Pablo Duarte quien vivió en Achaguas antes de regresar a su patria, pienso que al contar con personalidades y organizaciones confiables se pudiese producir un movimiento que se asemeje a lo descrito por Miguel Otero Silva  en su magna obra “LA PIEDRA QUE ERA CRISTO”.
“Breves de la Historia”
San Fernando de Apure- Venezuela.