A menudo escuchamos discursos de líderes políticos, empeñados en dominar ideológicamente a la sociedad civil, creando representaciones mentales erradas de la realidad social.
Esta conducta no es nueva, un exministro de Chávez llegó a preguntar en público ¿con qué se come eso? Al preguntarse por la sociedad civil para hacernos ver que su modelo, el que implantó el Chavismo no necesitaba de ninguna sociedad a civil para existir, ciertamente el ministro tenía razón, en un modelo totalitario y comunista el ciudadano solamente existe para obedecer.
Allí el poder se ha vuelto imperceptible es simbólico en el sentido como en los tiempos actuales de crearnos la falsa ilusión de libertad, o como ocurre en nuestra realidad unos sujetos llamados colaboracionistas manipulan verdades para ocultar la verdadera relación de dominante dominado; pero como el poder es una relación asimétrica allí habrá siempre resistencia a ese poder totalitario.
Tocqueville, primer autor que analizó la relación entre sociedad civil y Democracia, “sociedad civil” la definió como con el conjunto de organizaciones e instituciones cívicas voluntarias y sociales que fungen como mediadores entre los individuos y el Estado allí es donde la participación es fundamental, puesto que las demandas sociales se encauzan hacia el estado, convirtiéndose en un prerrequisito para la Democracia, como dice Habermas sin ella no hay Democracia
Según Wikipedia
Por otra parte, Los partidos políticos están compuestos de ciudadanos que comparten una identidad y un proyecto ideológico común, es decir el ciudadano sigue siendo el centro del gravitacional del orden social,
Ambas son fundamentales como intermediarios de la relación Ciudadano – Estado ambas procesan demandas ciudadanas para tomar decisiones y en este caso particular venezolano construir elementos de disuasión para negociar la intervención humanitaria, denunciar los abusos contra los derechos ciudadanos, visibilizar a quienes no tienen voz por el miedo a lo desconocido el cual nos hace silenciosos e indiferentes ante la injusticia
En ese sentido, para que ambos logren sus intereses deberíamos estudiar un poco más el alcance y naturaleza de la lucha contra el pensamiento único, deberíamos implementar estrategias de fortalecimiento de la sociedad civil, para ello debemos tener claro la construcción social de acciones de actores organizados o no para construir y reconstruir el tejido social
Tanto sociedad política como sociedad civil, pueden construir el capital social que hemos perdido. Para ello debemos desplazar esta costra política ineficiente y corrupta empeñada en dominar al ciudadano para seguir reinando.
Autor: Freddy Jabano